Page 53 - Reflexiones sobre San Jose
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elegido: “Escucha, Israel” (Dt 6,4-9); y por su parte el de Dios, después, sin comentario, abandona Nazaret
hombre, consciente de su propria vocación y dependencia con la joven esposa que está encinta, para ir a Belén; y
de Dios, responde: “Habla, Señor, porque tu siervo te allí en el silencio contempla el milagro del nacimiento del
escucha” (1 Samuel 3,10). Esta afirmación expresa bien el Hijo de Dios, la llegada de los pastores y la visita de los
hecho que la escucha constituye el primer acto del hombre Reyes Magos. Junto al pesebre, después del nacimiento
y una actitud fundamental en la antropología bíblica, ya de Jesús, se escucha no solo el canto de los ángeles, la
que el hombre es un ser llamado a escuchar para poder voz de los pastores, las sabias palabras de quien viene del
entrar en comunión con Dios. oriente, sino que se percibe también la silenciosa presencia
del esposo de María. También él asume la postura de
San José es presentado en el Evangelio como aquel María que “meditaba todas estas en su corazón” (Lc 2,19).
que escucha el mensaje y sin divagaciones, demoras o El texto de la Exhortación Apostólica añade: “También
escusas, preguntas de explicaciones y aclaraciones, lo el trabajo de carpintero en la casa de Nazaret está
practica. Es interesante subrayar que esta escucha se envuelto por el mismo clima de silencio que acompaña
realiza en las circunstancias de la vida cotidiana, en el todo lo relacionado con la figura de José. Pero es un
silencio de la noche y por medio del sueño. Es evidente silencio que descubre de modo especial el perfil interior
por lo tanto la dependencia de la misión de José de la de esta figura. Los Evangelios hablan exclusivamente de
Palabra y el hecho que a través de la palabra Él entra en lo que José «hizo»; sin embargo, permiten descubrir en
contacto con Dios. sus «acciones» —ocultas por el silencio— un clima de
profunda contemplación. (25).
La actitud de escucha es un aspecto esencial de su
estilo de vida e implica su interioridad: en ella Él percibe 4. 3. EL COMBATE INTERIOR
los mensajes y adecua su comportamiento. Por otro
lado, la respuesta de José no se realiza por medio de En la interioridad del corazón, lugar del combate
palabras, sino que se manifiesta en la acción, por lo cual espiritual, entre las diferentes posibilidades, opciones,
la Exhortación Apostólica reafirma que “los Evangelios pensamientos, sugestiones y dinámicas, se origina el
hablan exclusivamente de lo que José «hizo»” (n. 25), sin proceso de discernimiento de José, una categoría de la
reportar alguna de sus palabras. Por tres veces sueña, y espiritualidad ignaciana, vuelta a proponer con nueva
cada vez recibe solamente un mensaje y una explicación fuerza en el pontificado de Papa Francisco.
parcial.
En el relato de Mateo, el Custodio del Redentor se presenta
José presta atención a la interioridad su ser, o sea “en su como un hombre angustiado, que busca una respuesta al
corazón”, que en la antropología bíblica no es la sede de problema del embarazo de su esposa. La manifestación y
los sentimientos y de las emociones, sino del intelecto y de la cercanía del misterio fascinans et tremendum sacude su
la identidad personal. En el corazón maduran los proyectos vida desbarata sus proyectos personales, pero Dios, que
y las opciones y de ellos salen las decisiones y los juicios. toma la iniciativa, le ofrece un tiempo de discernimiento
El corazón es el órgano con que Dios «es escuchado»: para poder abrazar lo incomprensible.
en él se mide la real entrega a Dios, y a través de él se
puede discernir el orden del mundo y de la vida según las En la soledad interior, él examina las opciones que se
enseñanzas divinas. (M. Pina Scanu) le presentan y madura su decisión. El discernimiento
y el combate interior, marcados por la oscuridad y la
4.2. EN PRESENCIA DEL MISTERO, SILENCIO incertidumbre en lo referente a lo que tenía que hacer,
terminan con le palabras reveladoras del ángel: “José, hijo
El silencio, punto de partida de la interioridad, es reconocido de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque
por la tradición espiritual como elemento esencial para una lo engendrado en ella es del Espíritu Santo”. (Mt 1, 20-21).
auténtica vida espiritual y de oración.
Nuestro Santo en el silencio busca discernir la voluntad
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