Page 80 - Reflexiones sobre San Jose
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dos semanas, basta ir en un crucero. Y si queremos que hay muchos puntos de encuentro con el cielo. No se
dure un año, se requiere heredar una fortuna. Si nuestro procede solo horizontalmente. Piensen en la “cuadrícula
deseo es que dure toda la vida, entonces es urgente darle geográfica” formada por paralelos y meridianos: cuántos
a nuestra vida un propósito digno de ello. José le dio un puntos de encuentro. Nuestra vida como la de José no es
propósito a su vida, confiando completamente en el Señor. solo nuestra. El vínculo con los demás, un encuentro y una
Al obedecer la voluntad divina, nuestro carpintero de experiencia de vida significativa, el deseo de ser mejores,
Nazaret nos enseña ante todo a vivir sabiamente y con la percepción de nuestros límites, nuestras propias
profundidad. Su ejemplo nos permite entender que una debilidades, son algunos de los puntos de encuentro
vida plena consiste, por ejemplo, en mitigar el sufrimiento entre el cielo y la tierra; son, en cierto sentido, nuestros
que hay en las personas que encontramos y despertar la “paralelos” que se cruzan con los “meridianos” del cielo.
confianza en aquéllas que nos acercamos. Para un padre
y una madre, como José y María, significa no solo mirar a
sus hijos, sino contemplarlos porque son la expresión de
una inocencia y una pureza que pide resurgir incluso en
nosotros que la hemos perdido. José enseña que tener
un lugar para quedarse, es decir una casa, es importante;
tener a alguien a quien amar es indispensable, porque eso
significa familia. En última instancia, tener ambos, una
casa y una familia, es una bendición.
San José no es un hombre diferente y distante de nosotros.
Aunque si los Evangelios parecen sugerirnos lo contrario,
debido a su especial cercanía al Hijo de Dios, el Esposo de
María es una persona cercana y muy parecido a nosotros.
Lo poco que la Sagrada Escritura dice de él ciertamente
lo convierte en un personaje extraordinario, pero no por
esto, distante años luz, de nosotros. Tratemos de entender
cómo es posible que un hombre tan profundamente amado
por Dios pueda ser considerado tranquilamente uno de
nosotros.
Estoy convencido de que esta cercanía no es solo por la
vida que oscilaba, como hemos visto, entre la familia, la
tienda y la sinagoga. Como sucedió con José, el padre
putativo de Jesús, para nosotros tampoco nada de la
vida de nuestra historia nos concierne sólo a nosotros. A
menudo estamos bajo la ilusión de que todo está encerrado
y establecido en lo que podemos pensar, decir y hacer. En
realidad, no es así. La experiencia terrenal de este hombre
manso y justo habla de un vínculo entre la tierra y el cielo.
Probablemente a nosotros nunca ha sucedido de percibir
la presencia de un ángel en el sueño. Sin embargo,
cuántas veces hemos sentido dentro un pensamiento, una
palabra, un sentimiento que no viene de nosotros. Alguna
experiencia o persona que nos recordó que no todo se
juega en el plano horizontal de los asuntos humanos y que,
en la vida, para quien sabe captar y mirar profundamente,
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