Page 82 - Reflexiones sobre San Jose
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LA FE:
EL FUNDAMENTO
DEL ESPÍRITU DE
FAMILIA
- P. Gregory Finn, OSJ
i todo es parte del plan de Dios, solo lo podemos La invitación que Dios nos hace a cada uno de nosotros
Sconocer y vivir plenamente mediante la fe vivida (es es personal y única y, por lo tanto, cada uno la percibe
decir, en relación con Él). de una manera particular. A ciertos individuos viene
direccionado una precisa invitación para ser parte de
Consideremos: Es la voluntad de Dios que funda una familia religiosa específica. Dado que el llamado es
toda la creación, que ordena la salvación mediante la acompañada de la gracia y de los dones necesarios; se
Encarnación, Pasión y Resurrección de Su Hijo. Es Su espera que quienes hayan recibido la invitación colaboren
voluntad que en Sus hijos su santificación sea realizada con Aquel que los llama. No se trata solo de pertenecer,
por el Espíritu. Es por la voluntad de Dios que nacemos y también se trata de acoger. El llamado tiene un carácter
que entramos en una relación de gracia con Él a partir de familiar en el sentido de que cada miembro acoge a todos
nuestro Bautismo. Nos prepara la vida terrena como un los demás miembros de la familia como hermanos. El
viaje, como una transformación y realización progresiva de llamado a los individuos, así como sus respuestas a ese
esa santificación, que nos conducirá a la vida en el cielo. llamado, se refuerza y se apoya mutuamente entre ellos:
Todo esto lo sabemos solo por fe. este es el plan de Dios. El cumplimiento del proyecto para
las personas y también para la familia religiosa va siempre
Además: según la misma visión de Dios, es su voluntad de la mano, lo que luego conducirá a una comunión para
que las diferentes familias religiosas se establezcan para disfrutar por siempre. Todo esto se puede conocer, abrazar
favorecer la obra de santificación. Siendo él la inspiración y vivir solo por la fe.
que inicia tal proceso misterioso, es también él quien elige
al Fundador de cada familia religiosa, a quien luego se Nuestra fe personal es la que nos permite percibir la
le confía la tarea divina. Es Dios quien hace que estas plenitud de la realidad en la que vivimos y que va más
comunidades de fe crezcan y es él quien continúa invitando allá de nuestros sentidos. Nos permite llegar a Dios, Señor
a otros a unirse. Constituye el propio carisma, que traza de todo lo que sucede, y conocerlo en profundidad. Es
un camino de santidad y define una manera de servir en nuestra fe la que nos muestra el rol apropiado para cada
favor del Reino de Dios. Lo hace fecundo para todos los uno en todo lo que Dios planea y dispone.
miembros de la comunidad, para que puedan entrar en el
Reino y conducir a muchos otros. Nuestra fe personal conduce a la comprensión: a encontrar
significados de amor, bondad y logros providenciales (en
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