Page 95 - Reflexiones sobre San Jose
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SER OBLATOS…
COMO SAN JOSÉ
-P. Francesco Russo, OSJ
a ocasión de la Jornada de la Vida Consagrada (2 de por el pecado no te agradaron. Entonces dije: ¡He aquí
Lfebrero) nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre que vengo – pues de mí está escrito en el rollo del libro -a
nuestra consagración personal a partir justamente de hacer, oh Dios, tu voluntad!»” (Eb 10,5-7).
la identidad de “oblatos de San José” e, yo añadiría, de
“oblatos como San José”. Realmente queremos ver a él María con su “fiat” lleva su vida ante Dios (delante de
como modelo exitoso de consagración a Dios. Dios); le ofrece lo más precioso que posee: la juventud,
la virginidad, sus proyectos, la capacidad de generar una
1. LOS PRIMEROS 3 OBLATOS (María, José, Jesús) vida.
La lectura semántica de nuestro ser “oblatos” nos lleva La plenitud de la ofrenda será encarnada por Jesús
a esta palabra latina compuesta de una preposición más porque él ofrecerá incluso su divinidad y además pondrá
un verbo: oblatum = da ob-fero: … llevar hacía, llevar por completo su cuerpo (es decir su vida) a disposición de
delante a (se traduce con ofrecer/ofrecido). La riqueza los demás con el sacrificio en la cruz: “El cual, El, que era
de este término nos deja entender que “oblato” es aquel de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios
que pone su vida delante de Dios o quien lleva delante del como algo que debía guardar celosamente: al contrario,
Señor toda su experiencia existencial hecha de sueños, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor
proyectos, fracasos y debilidades. y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose
con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por
En tal sentido, podemos entender que los 3 primeros obediencia la muerte y muerte de cruz” (Fil 2, 6-8).
“oblatos” para inspirarnos sean María, José y Jesús.
Entre estos 2 excelentes modelos de “ofrenda” encontramos
Según un orden cronológico, la primera que se ha ofrecido a nuestro José, que con su “fecit” presenta igualmente su
es, sin duda, María: “Yo soy la sierva del Señor, hágase testimonio de generosidad y oblatividad.
en mí según tu voluntad” (Lc 1, 38); sin embargo, desde
un punto de vista teológico, no cabe duda de que el 2. LA OBLATIVIDAD DE SAN JOSÉ
primado del ofrecimiento pertenece a Jesús: “Entrando en
el mundo, Cristo dice: «Sacrificio y oblación no quisiste; En la vida de San José, su ser “oblato”, lleva consigo
pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios toda la fuerza, el deseo de hacer proyectos, la pasión y la
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