Page 18 - Reflexiones sobre San Jose
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• “Llamar Jesús” (Mt 1,21) quiere decir invocar su santo Agobiados por las adversidades
nombre y rezar ad invicem, es decir, los unos por los otros.
Agobiados por las adversidades acudimos a ti,
• “Ir” (Mt 2,20; 2,23) y proclamar el evangelio con el estilo bienaventurado san José, y confiados imploramos
de vida y con la palabra y “cuidar los intereses de Jesús”. tu patrocinio juntamente con la ayuda maternal de tu
santísima esposa.
• “Tomar consigo” (Mt 1,24; 2,13.14) la vida de los demás Por el sagrado vinculo de amor que te estrechó a
compartiendo su destino y ayudándoles a crecer “en Inmaculada Virgen Madre de Dios, y por el cariño que
sabiduría y gracia” (Lc 2,40). tuviste al Niño Jesús, te suplicamos guardes con especial
cuidado a la Iglesia, pueblo que Jesucristo adquirió con su
Ite ad Joseph sangre y con tu poder y auxilio nos socorras en nuestras
necesidades. Solícito custodio de la Sagrada Familia,
En este momento de desafíos que enfrenta la Iglesia y el protege a la escogida descendencia de Jesucristo y aparta
mundo, conviene volver a proponer una famosa y conocida de nosotros los errores y vicios que contaminan el mundo.
frase bíblica Ite ad Joseph (id a José). En primer lugar,
estas palabras recuerdan la historia del patriarca José del Poderoso protector nuestro, asístenos propicio desde el
Antiguo Testamento, el que en tiempos de angustia salvó al cielo en nuestra lucha contra las fuerzas del mal. Y como
pueblo del hambre y de la muerte: “Entonces la hambruna en otro tiempo libraste al Niño Jesús de inminente peligro,
se extendió a todo el país de Egipto, y la gente gritó al así ahora defiende a la Santa Iglesia de Dios de las
Faraón por pan. Y el Faraón dijo a todos los egipcios: asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad.
“Vayan con José, y hagan lo que él les diga “(Gen 41.55; Vela por cada uno de nosotros con tu continua protección,
Sal 105, 16-20). para que a ejemplo tuyo y bajo tu amparo podamos vivir
santamente, morir en gracia de Dios y alcanzar la felicidad
En cambio, en la plenitud de los tiempos, aparece otro eterna. Amén.
José: el esposo de la Virgen María, quien nutre, custodia
y protege al Hijo de Dios; y esto lo hace no solo durante el
día, cuando todo es claro y seguro, sino también de noche “Que san José obtenga para la Iglesia y para el mundo, así
“(Mt 2:14), cuando los obstáculos parecen difíciles de como para cada uno de nosotros, la bendición del Padre
superar. La misión que Dios le confía es la de ser Custos: y del Hijo y del Espíritu Santo.” (Redemptoris Custos, 32).
el Custodio de Jesús y María. Y esta custodia se extiende
después a la Iglesia (Cf. Giovanni Paolo II, Redemptoris Roma, 14 marzo 2020.
Custos, 1).
Con toda la Iglesia imploramos la protección e intercesión Con un saluto fraterno,
de San José, le encomendamos nuestras preocupaciones,
especialmente los peligros que amenazan a la familia
humana.
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